A veces no se sabe si con el tiempo uno va mejorando su trabajo, si está estancado, o va para atrás.
Este Alcázar es de los tiempos en que yo hacía mis pinitos con la acuarela, después de pasar por las diferentes disciplinas de dibujo, óleo, pastel, etc. y la verdad, me entran dudas sobre mi capacidad de evolución.
Ah! Esto me recuerda algo: Mañana salgo para Sevilla donde pasaré una larga temporada (si la añoranza me lo permite).
Debería despedirme de mis amigos individualmente, pero tengo miedo que un nudo en la garganta me impida explicar de viva voz mis proyectos de futuro, así que esta imágen en el blog servirá para insinuar mi inminente viaje.
Espero durante mi estancia en esa maravillosa ciudad, pintar más cosas, a mi manera actual y publicar con asiduidad como hasta ahora, cuanto me impresiona, me entristece o me entusiasma.
Y sobre todo, regresar con los ojos llenos de la luz de Andalucía y el deseo de volver allí una y otra vez.