Laura Climent. "Meteora". (Tinta y acuarela).
La Grecia amable, turística, histórica, afín a nosotros, dibujada y deseada, ha caído en el olvido empañada por las noticias.
Ahora Grecia llega a nosotros como un país empobrecido, fronterizo con la desgracia, un país de paso para los marginados, cerrado por el miedo y la desconfianza...
Yo me niego a aceptar esta realidad. Yo quería volver al país de los grandes filósofos, de los artistas de la antigüedad, de las olimpiadas sin dopajes, de los milenarios monumentos, de las plácidas islas rodeadas de un mar azul incomparable,... de la belleza en general.
¡Cómo deseo que pase este momento de incertidumbre, de injusticia, de egoismos!
¿Volveremos a la ansiada paz, al retorno de las gentes a su ámbito natural, a su patria, a la idea de libertad en el mundo?
¡Me niego a pensar que eso tardará mucho en llegar y me aferro a los mejores recuerdos!