Laura Climent.
"La Barata" (Rotulador. Apunte desde la carretera de Talamanca).
Ha sido destruído, por expreso deseo de las familias de los asesinados por milicianos anarquistas, en mayo de 1936, el monumento erigido durante la dictadura franquista en memoria de sus antepasados. El monumento expresaba una simbología equívoca y ya en anteriores ocasiones los descendientes habían ordenado cambiar la placa conmemorativa. A pesar de todo, este monumento, situado en la carretera de Talamanca, había sido ya objeto de diversos destrozos dada la intencionalidad en el momento de su construcción.
En el dibujo, la residencia de los Barata (una de las víctimas) situada junto a la carretera.
La familia
Baratta llegó desde Nápoles en el s. XIV y construyeron una residencia, a la que más tarde se añadió la ermita adyacente y hasta hoy día han conservado el latifundio que forma parte de la montaña de Les Pedritxes, en una de cuyas urbanizaciones resido actualmente.
Según mi familia, me explicaba ya mi abuela, a pesar de las diferencias sociales que les separaban, este fué un asesinato injustificado (si es que alguno lo es), ya que no se les tenía por personas indignas ni explotadoras y entre la población humilde gozaban de buena reputación.
Esto es lo que ha llegado hasta mí y así lo transmito.
