"Fué un centro de exposiciones de gran calidad, muy variado y, al estar situado en el centro de la Rambla, era muy visitado", reza el subtítulo.
Este salón de exposiciones , en 1892 rompió el monopolio de otra famosa sala y al contrario que ésta, se abrió sin ningún ánimo de lucro, solamente con la pretensión de ofrecer a la ciudadanía un servicio cultural muy amplio, un lugar de encuentro, a imitación de los periódicos mas importantes del mundo.
El salón permacía abierto los domingos hasta la 1 de la madrugada y en él, no solo se colgarían cuadros, sino las instantáneas, documentos, manuscritos y todo aquello que tuviera un interés de actualidad.
El traslado en 1903 del diario a la calle Pelai, supuso el final de este salón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario