Algo con menos pretensiones que la vista anterior me llama poderosamente la atención, son las azoteas que observo desde la terraza superior.
Este laberinto de paredes blancas destacando bajo el cielo tormentoso de estos días, me parece el nexo de unión entre la tierra y el universo para los habitantes de sus plantas inferiores (para mí también). Un símbolo de libertad. La cima de nuestra montaña particular.
Yo subo a la mía armada de bloc y pinceles, porque ya se que un impulso irrsistible me obligará a llevar al papel toda aquella geometría recortada en el horizonte inmediato.
La de hoy es solo una pequeña muestra de los diversos bocetos rápidos que he hecho de un panorama que se extiende mucho más, alrededor, en todas direcciones.
4 comentarios:
Hermos e interesante boceto. Enhorabuena.
Sencillas y esenciales.No se le puede pedir más a este estupendo boceto.
¡¡¡Sevilla tiene un color especiaaaaaal!!!
Gracias Juan Carlos y Maite. Un saludo a los dos!
Menos mal que tenías el cielo tormentoso, para que destaquen tantas paredes blancas. Te quedó muy bien!
Un abrazo.
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