miércoles, 24 de enero de 2007

DANTE Y BARCELO



El Dante que Miquel Barceló nos muestra, postrado ante su adorada Beatriz Portinari, hubiera repetido esa misma acción ante el artista mallorquín, de haber contemplado la fabulosa interpretación que de su obra hace este osado pintor.
Sus acuarelas únicas, llenas de ingenio, de dominio del medio , son un reclamo a explorar esos mundos fantasmagóricos a través de la visión del artista.
Barceló nos presenta una Divina Comedia turbulenta y colorida. Los atormentados personajes del infierno y el purgatorio, se nos antojan aliviados por la transparencia y la frescura de una pintura que fluye espontánea, segura. Y el mismo Dante, subido a la barca de Caronte, no es el personaje adusto que siempre se nos había mostrado atravesando la laguna, sino un ser ligero, casi etéreo, como toda la obra de este genio.

No hay comentarios: