Laura Climent. "Moscú. Museo de Historia". (Tinta y acuarela).
A veces prevalecen los ideales sobre el sentido práctico. Y en estos tiempos de crisis no es una buena filosofía.
Las sanciones impuestas por occidente a Rusia, han llevado a éste país, gigante de los recursos, a intensificar sus relaciones con China y primar las exportaciones de petróleo hacia sus vecinos más cercanos (y poderosos), lo cual le simplifica mucho las cosas dada su situación geográfica. Y a los chinos también, que han sacado buena ventaja de los acuerdos.
Es una lástima para Europa que tiene gran parte de sus instalaciones bien realizadas para distribuir el etéreo producto casi hasta sus extremos.
Las fronteras, a lo largo del tiempo cambian, aparecen y desaparecen, se modifican, al igual que la amistad entre los países. Solo hay que echar un vistazo a la historia. Las luchas internas no deberían existir y mucho menos afectar a los no implicados.
Mal va a salir Europa del atolladero en que está metida si se somete a los mandatos del que tiene la economía más boyante.
En esta ocasión no lo digo por España, que de momento importa el gas de otros continentes, pero siempre es bueno diversificar las relaciones pensando en el futuro.
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