Estos son días de rituales, celebraciones, recuerdos y flores. Y la flor tal vez más asociada a la Festividad de Todos los Santos es el crisantemo. Pero, ¡nada de tristezas!, el crisantemo es, en sus orígenes, una de las flores de mayor belleza, carga simbólica y esencia vital.
Originaria de China, en que ya se utilizaba como planta decorativa hace más de 2000 años, fué introducida en Japón durante el periodo Edo (época de gran desarrollo económico y cultural del país), donde el Emperador la adoptó como flor del Sello Imperial. Así, el círculo de la bandera de Japón, que en occidente llamamos del "sol naciente", es en realidad un crisantemo despojado de sus pétalos. De Oriente se importó a Europa a través de Francia en el siglo XVIII.
En el Parque Hibiya de Tokio, se celebra todos los años entre el 1 y el 23 de Noviembre, una gran exposición de crisantemos, convocada por el gobierno metropolitano y en Holanda es la flor más vendida después de la rosa.
Dede tiempos remotos es considerada en los paises orientales una flor santa, en algunas épocas con veneración divina, ya que es símbolo de longevidad, nobleza, poder y dignidad.