martes, 5 de noviembre de 2013

HOLANDA, EJEMPLO DE HONESTIDAD

Laura Climent. "Paisaje holandés". (Acuarela).

La labor de un Museo no consiste solamente en mostrar al público su riqueza artística, sino investigar sobre la procedencia de la misma y restituir en lo posible el producto de un expolio.

Tal es el caso de Holanda, donde la ocupación nazi se encargó de forzar a vender a muy bajo precio e incluso obtener por la fuerza obras de maestros clásicos que hoy día se exponen como propias y que en su día fueron sustraídas a familias judías, obligados a huir  para asegurar su subsistencia  durante los años 1933 al 1945.

Estas obras fueron obtenidas por medio de marchantes o casas de subastas, sin ánimo de apropiarse indebidamente, tal es el caso del Rijksmuseum,  el Stedelijk  y el Museo Municipal, en Ámsterdam.

La Asociación Holandesa de Museos, ha abierto una página www.musealeverwervingen.nl,
que podría traducirse como "adquisiciones museísticas". Es un catálogo donde pueden consultarse algunas de las obras susceptibles de haber sido sustraídas por los nazis a sus dueños judíos.

Algunas de ellas ya han sido devueltas a sus propietarios o descendientes.

4 comentarios:

Merce Ares dijo...

Bella acuarela y una reseña histórica muy interesante. Saludos desde Argentina!!

Unknown dijo...

Me parece una actuación muy justa....."al Cesar lo que es del Cesar".
Esta acuarela es distinta, tiene una atmósfera más sobria , más del norte.
Saludos, Laura.

Laura dijo...

Saludos Mercedes y gracias del comentario. Feliz primavera!

Laura dijo...

Maite, en realidad no se si podrán restituir mucho arte, pero al menos se habrá hecho algo.

(La acuarela es de hace unos años y está pintada sobre papel Etival Clairefontaine de grano grueso, que recoge mucho más la pintura, por eso se ve tan compacta. Ahora he cambiado el estilo y no me atrevo a volver a los inicios). También falta firmarla, una antigua costumbre en la que ahora procuro no incurrir : Lo firmo todo! y haré lo propio con ésta en cuanto la encuentre.
Te lo recomiendo para evitar sorpresas.

Un abrazo, amiga!