Como me ha ocurrido siempre. Desde la infancia. El reencuentro con Barcelona después de unos días de ausencia no deja de sorprenderme gratamente.
Tengo una visión novedosa de la ciudad, que se me antoja más compacta y acogedora. Algo diferente a las demás ciudades. Clásica y cosmopolita al mismo tiempo, donde se conjugan todos los efectos: desde la modernidad sin estridencias, a lo antiguo y familiar. Luminosa y popular.
Es como un poeta sin grandilocuencias. Asequible para todos. Fácil de entender y asimilar. Un abanico de variados estilos, paisajes, tradiciones...
El regreso a Barcelona es para mí , como para muchos, la entrada en el hogar al que siempre regresas y jamás te cansa ni te aburre. La amante que nunca te decepciona. El aire que vivifica.
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