domingo, 13 de enero de 2008

EL GRAO DE GANDIA

El Grao de Gandía conserva el encanto de los pequeños puertos de pescadores.
El ir y venir de sencillas barcas donde faenan continuamente unos hombres que respiran amor al mar y donde las capturas son mas bien escasas, hacen de él un lugar asequible al visitante.
Allí nadie se siente extraño. Uno puede pasar horas viendo trabajar a sus gentes, sin prisas, sin agitación como en las grandes urbes, con la naturalidad de quien todavía no está maleado por la vida moderna. Nadie te mira con extrañeza. Es un bálsamo para la mente.
La lonja (que si dispone a temporadas de abundante pescado) , ubicada a lo largo del malecón posee una torre y un reloj que rompen la monotonía de sus naves destacando contra el cielo. Y junto al puente que está a la entrada de la ría, se encuentra la iglesia de San Nicolau de construcción moderna (1960) la cual ha sido últimamente reformada para rehabilitar todo aquello que había dañado su proximidad al mar y darle una nueva luminosidad, cosa magníficamente conseguida sin modificar su estructura inicial.







(Terraza de hotel, convertida en estudio).

2 comentarios:

FranBlanco dijo...

Preciosa imagen cn la que has descrito el Grao y su peculiar Iglesia. Sólo soy un estudiante de arquitectura que buscaba información de esta obra tan maravillsoamente dada a luz, y me he encontrado con otra forma de reivindicarla, precioso:):)

Unknown dijo...

Hola Fran. Mucho tiempo, casi 12 años, han pasado desde tu comentario. Pero... hoy es cuando he llegado hasta aquí, al ver las preciosas acuarelas de Laura Climent. Soy nacido en Gandía, de donde era mi padre, pero viví desde los 8 hasta los 19 en el Grao, de donde es mi madre. Crecí a unos escasos 150 metros de esos tinglados del puerto que me son tan entrañables. La familia tenía allí un bar desde finales de la guerra civil. No sé si seguiste la carrera y ejerces como arquitecto, pero tanto si es que sí comos si no, comentarte a título de anécdota que el arquitecto de esa construcción fue Gonzalo Echegaray Comba, y el ingeniero fue Eduardo Torroja Miret, abuelo paterno de Ana Torroja, la cantante de Mecano. El principal mecenas de la obra fue Vicente Calderón, el que fuera Presidente del Atlético de Madrid, que hizo muy buenas migas con el cura de la parroquia y con cuya colaboración compró bastantes terrenos, a precio de ganga, en lo que hoy es la Playa de Gandía. Su esposa, María de los Angeles Suárez de Calderón está enterrada en esa iglesia. También hay un colegio en el Grao que lleva su nombre, y que también financió Don Vicente. Saludos.