Laura Climent. "Monasterio Santa Catalina". (Tinta y acuarela)
Solamente unas palabras para no dejar pasar por alto el horror que me produce la barbarie que sufre en estos momentos el noreste de Egipto.
Unos lugares que siempre fueron considerados sagrados por las diversas religiones y comunes en sus creencias es incomprensible que se utilicen para propagar odio y maldad.
Precisamente el Monte Sinaí de donde, según la tradición, proceden los mandatos de amor y bien hacer que deberían regir nuestras vidas es lugar de desolación.
Mi sentimiento está con las víctimas.
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