Laura Climent. "Leptis magna". (Tinta y acuarela).
No es el lugar ni el tiempo lo que nos une o aleja. Es el sentimiento, la sensación de proximidad en el amor o los ideales. La voluntad, la bondad o el egoismo marcan las distancias.
El Mediterráneo siempre ha sido un mar de unión y desencuentro. La historia nos lo dice.
Hoy Libia, tan próxima en la memoria y tan distante según los intereses, nos recuerda los tiempos en que el Mare Nostrum era eso, nuestro, de todos.
Y eso que ya no hay romanos y cartagineses...Pero hay petróleo y otras riquezas disfrazadas de religión. Y lo que no ha faltado nunca: el miedo a la agresión.
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