Laura Climent. "Alcazaba de Almería". (Acuarela).
Fueron muy rápidas las autoridades alemanas en culpar a los agricultores andaluces por la difusión de la bacteria E.Coli.
Era lo más fácil meterse con un país que atraviesa por momentos un tanto difíciles. Y pagaron el pato los pepinos de Almería, Málaga y de rebote todo el Estado español.
Ahora resulta que no! Que no se sabe de donde viene una plaga, que desde luego, tiene "su sede" en la ciudad de Hamburgo.
Habrá que seguir investigando. Pero el daño ya está hecho.
Así que hay que rehabilitar los pueblos afectados... y tal vez recompensarlos.
Por mi parte, vaya una muestra de esta hermosa fortaleza de la ciudad de Almería, que se puede visitar sin ningún tipo de temor, porque las normas de higiene son iguales para todo el mundo: Aquí... y en la ejemplar Alemania.
3 comentarios:
¡Muy bién dicho, Laura!. Saludos.
Cuando quizás deberíamos estar recomendando por lógica no consumir alimentos alemanes, vetar sus importaciones y no viajar a ese país, resulta que somos nosotros los que estamos pagando las consecuencias de ese brote infeccioso, tan virulento y localizado. Los alemanes son muy listos para todo.
Para muchos europeos somos tercermundistas, o quieren que lo seamos. No soportan que estemos a la misma altura o más en muchas cosas. Veo que muchos de ellos viven aún en el S XIX.
Bones aquarel·les, et felicito.
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