viernes, 19 de junio de 2009

ADIOS A VICENTE FERRER

Yo tuve la suerte de ver en persona a Vicente Ferrer, aunque no de hablar con él, en una visita que hizo a Terrassa, donde concelebró una misa en su Catedral (entonces Basílica del Santo Espíritu). No podría precisar, pero hace muchos años. Ya era un referente para todas las personas de buena voluntad. Su presencia, sus palabras y su naturalidad en una época de apariencias y artificio, nos dejó a todos impresionados.

Mi compañero de pintura y ya amigo Joshemari Larrañaga, acaba de comunicarme la noticia de su fallecimiento, no por esperada menos impactante.
Si, Joshemari, todos quisieramos rendirle un homenaje acorde con nuestra actividad, pero la grandeza de esta figura hace que uno no se atreva a hacer algo que no esté a la altura de su inmensa y generosa personalidad. Tiempo habrá de recordar a tan altruista persona y hablar de nuevo, tal vez con alguna adecuada ilustración, de este filántropo.

Vicente Ferrer será enterrado en Anantapur, donde residía, desde que eligió quedarse en una de las regiones más pobres y áridas de la India y donde entregó su vida, ¡extensa y fructífera vida!, hasta los 89 años en que se ha ido, dejándonos el ejemplo de cómo hay que invertir esta existencia que nos ha sido otorgada.

1 comentario:

joshemari dijo...

Gracias Laura.
Persona de gran corazón!
Nos hace pensar que en este mundo hay personas silenciosas, que sin hacer ruido, están haciendo una gran labor. Son muchos, sí, pero su silencio hace que casi ni los notemos, pero sí lo notan esos seres necesitados, pobres, hambrientos que requieren que se les eche una mano...
Merecen un respeto profundo, como este amigo de los pobres que nos deja, que se ha ido, pero dejando un gran fruto.
Que descanse en paz!
Joshemari