Esta sencilla acuarela que hice hace unos años a raiz de un viaje a Roma, me hace recordar que todas estas ruinas reflejo de una época de circos, aglomeración y competiciones no han perdido un ápice de actualidad.
Hoy vuelve a ser Roma lugar de reunión de masas, donde en un circo más moderno (estadio en este caso), el público se va a olvidar de los problemas cotidianos para jalear a sus ídolos, dar rienda suelta a la adrenalina, gritar y animar a los "gladiadores".
Exactamente igual que hace miles de años. Solo que la participación será a nivel mundial, por aquello de los satélites.
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