Lirio cárdeno, lirio azul, lirio barbado...
Todos estos nombres y otros más recibe esta flor que está en plena temporada y que nos acompaña en bancales, márgenes y orlas de jardines. Tan facilmente se reproducen sus rizomas, que a veces se la considera invasiva. Yo no pienso que lo sea, pues el intenso color lila de sus enormes flores atrae la mirada y resulta altamente decorativa.
Esta planta que mide unos 90 cm. y es de la familia de las iridáceas, en la antigüedad fué considerada afrodisiaca, sacando de sus rizomas una "pócima de amor". Hoy día de su rizoma, una vez seco (fresco es nocivo y causa irritación gástrica), se extrae un purgante.
El lirio azul, en Japón fué considerado antaño como protector contra los malos espíritus.
Con poderes o no, es una delicia su contemplación.
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