lunes, 5 de noviembre de 2007
LACTARIUS DELICIOSUS
Este año la escasez de lluvias no ha propiciado el deseo de salir en busca de las apetitosas setas.
Esa aventura que cada año nos depara el otoño de lanzarnos al monte, ávidos de llenar un cesto con el manjar que por el hecho de ser recolección nuestra , se nos antojará doblemente sabroso, se está dando en raras ocasiones.
Una de estas oportunidades la ha tenido una amiga de Burgos, que me ha obsequiado con una plato de deliciosos níscalos (rovellons) ó Lactarius deliciosus, como reza en algunos libros.
La explosión de colorido que tengo ante mis ojos, me ha incitado a coger los pinceles e interpretar a mi manera este conjunto de joyas de la naturaleza.
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