A veces nos erigimos en defensores o detractores de un pais o de un estado. Llegamos a debatir con los amigos sobre la integridad y la pureza de sus dirigentes, los motivos de su conducta o las razones históricas que configuran un Estado. ¡Qué ingenuos!
Recuerdo comentar a veces con mi hijo de lo aislada que se encontraba Grecia dentro de Europa: Por un lado Albania, por otro Turquía, tal vez unida por cultura y religión con Bulgaria... ¿Religión? Las religiones que unen o distancian hoy día a los pueblos se llaman gas, petróleo, agua.
El turco que fustigó Europa en otros tiempos, puede ser actualmente nuestro mejor aliado. Lord Byron como tantos otros, murió en Grecia luchando por su independencia, pero ahora un cordón umbilical que transporta gas del mar Caspio puede ser la maternal unión entre estos dos paises.
¿Cómo todavía creemos que alguien se rige solamente por ideales? Las conveniencias nos harán olvidar nuestros principios y estrecharemos la mano de quien creiamos una amenaza, porque nos une una religión única: los intereses.
Esto puede evitar rencillas y desafios. En el fondo ¡Mejor así!
Grecia:Atenas. Vista del Odeón de Herodes Atico (del bloc de notas)
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