viernes, 26 de octubre de 2007

OTRAS MIRADAS


Descubrir Peñíscola hasta en sus más recónditos espacios, es una actividad que requiere olvidar un poco la visión lejana del peñón, enormemente sugestiva pero repetidamente representada, y mirar hacia su interior con ojos nuevos, recreándose en cada portal, cada balcón, cada escalera, cada terraza...
Desde cada ángulo se vislumbra una línea del cielo diferente y desde una u otra callejuela la luz tiene diferente esplendor .
Cada una tiene su personalidad, sus flores, sus portones antiguos y variados. Hay un gran repertorio de colores destacando contra el blanco de las casas. Cambia también la perspectiva: ahora miras un bar desde arriba, una escalinata desde abajo y siempre el omnipresente mar asomando entre los muros.
¡Nunca acaba uno de maravillarse!

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