A pesar de la sequía, del otoño y la falta de atenciones, los rosales no cesan en su actividad: en los parques, parterres de las plazas y también en mi jardín, donde también margaritas, geránios y madreselvas siguen floreciendo.
Es algo agradable a tener en cuenta que le quita hierro a la austeridad del momento.
La naturaleza sigue a su aire y eso me alegra. Así que de vez en cuando hay que hacerle un homenaje.
Olá Querida Laura!
ResponderEliminarSua aquarela ficou maravilhosa e de extremo bom gosto!!!Parabéns!!!
bjossss
Que bonitas tus últimas acuarelas, Laura, estas flores son preciosas : )
ResponderEliminarUnes roses ben maques. Felicitats.
ResponderEliminarSiempre que visito tu blog recibo una gran dosis de sensibilidad que te agradezco muchísimo. El texto muy ocurrente y la ACUARELA exquisita. Felicidades
ResponderEliminarCacau Jafet, obrigado! Que bom que você gosta.
ResponderEliminarSadeu, Albert, Antonio: Y a vosotros gracias por vuestras palabras tan amables. Eso anima mucho!
Muy lindo, me gusta mucho. Splendida la luce!
ResponderEliminarThanks Jane!
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