Londres acoge en estos momentos la flor y nata de la política mundial.
Ajenos a la marea de activistas y policías que rodean su lugar de encuentro, los miemboros del G-20 van siguiendo una rigurosa agenda protocolaria que el ciudadano de a pié (creo que ellos tampoco), sabe muy bien a donde va a parar.
Por el momento, las opiniones están divididas y se pide a España que haga de intermediario (¡quién lo iba a decir!) para unificar criterios.
Ahora solo nos queda esperar noticias y desear que los pobres del mundo no paguen más el pato tapando con sus impuestos los desaguisados de los ricos.
Bueno espero que la cosa ha de quedr en una foto, que sea mejor una de tus acuarelas. Vamos a ver que tal se da.
ResponderEliminarAbrazos santos!!